Conciliación vida privada/trabajo (I): Política ON/OFF

Hace unos meses hablamos (haz click aquí) de la conciliación entre la vida privada y el trabajo. Algo que parece, a priori, muy simple; pero que en realidad es más complejo y difícil de conseguir de lo que nos gustaría.

En los próximos meses hablaremos de distintos factores que nos pueden ayudar a mejorar nuestra conciliación entre la vida privada y laboral. Hoy hablaremos acerca de nuestra política ON/OFF.

En la sociedad actual, donde la tecnología se ha colado en cada rincón de nuestra vida, estamos permanentemente conectados. Los beneficios son obvios: estamos en contacto permanente con nuestros seres queridos, retomamos el contacto con viejos amigos, podemos comunicarnos al instante con personas que viven a miles de km de distancia, no hace falta que nos movamos de casa para hacer multitud de tareas... Sin embargo, este escenario también tiene varios inconvenientes: nos hace estar pendientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

No todos los trabajos requieren que estemos atentos a actualizaciones del trabajo a todas horas. Si este no es tu caso, puedes aplicar las políticas ON/OFF a tu vida privada. No obstante, el objetivo de este post es tratar la política ON/OFF desde el punto de vista del trabajo.

Uno de los principales impulsos en el crecimiento del campo de los smartphones fue el poder tener a los trabajadores conectados las 24 horas del día; que estos pudieran recibir actualizaciones al instante, sin tener que esperar al día siguiente; sin ni siquiera esperar a que llegasen a casa para leer su correo.

Si bien es cierto que, de nuevo, las ventajas son innegables, es increíblemente fácil lo rápido que consultar de vez en cuando el correo fuera del trabajo, puede convertirse en un hábito. La diferencia entre algo esporádico y un hábito se encuentra en los límites.

Poner límites no es fácil. Nos resulta incómodo; hasta violento. Pero es necesario.  Para ello, quizás quieras:

  • Pensar en tus necesidades personales: ¿de qué hora a qué hora estás en el trabajo?, ¿a qué hora terminas tu jornada laboral?, ¿qué horas/momentos/días son "sagrados" para ti (p.e. para ti son sagradas las cenas en familia, momento en el que no quieres atender ni a las llamadas urgentes).
  • Identificar qué situaciones se dan a menudo: ¿sueles recibir mensajes de texto, correos por e-mail o llamadas?
  • Comunicar tu nueva política ON/OFF: una vez te hayas decidido acerca de qué medidas aplicarás, comunícalas a la gente que te rodea.

Espero que este post te haya resultado útil y, al menos, te anime a intentar implementar tu propia política ON/OFF.