Desde hace unos años la conciliación familiar ha estado en el punto de mira y ha despertado un cada vez más creciente interés. En el mundo laboral es casi una obligación hablar de ello y apoyarlo: por supuesto que toda persona merece disfrutar de una vida privada saludable. Pero a la práctica, la historia es distinta.
Trabajamos hasta tarde, permitimos que el trabajo nos invada nuestra vida privada, no desconectamos del trabajo o directamente nos lo llevamos a casa. Hacerlo una vez es aceptable. Dos, también. Incluso puede que podamos hacerlo durante una temporada sin problema. Pero todo tiene límites, y puede que lo que hoy es una excepción, mañana termine siendo una rutina.
¿Lo peor? Corremos el riesgo de darnos cuenta demasiado tarde. Por eso os invito a pensar en vuestras rutinas. ¿Tenéis un horario fijo y no lo respetáis?, ¿os lleváis el trabajo a casa?, ¿estáis pendientes del correo fuera de vuestro horario laboral?, ¿sabéis establecer límites?
Todas y cada una de estas cuestiones son importantes. Si has contestado de manera positiva a alguna de ellas, no te preocupes: puedes hacer algo para cambiarlo. De hecho, hablaremos de ello más adelante.
Montse
No hay comentarios:
Publicar un comentario